domingo, 12 de septiembre de 2010

tiny moments.


Qué irónico que es el ser humano. Pensar lo mucho que nos cuesta ser felices en la vida, lo ambisiosos que somos a lo largo de nuestros días. Y en realidad, los momentos más plenos, son aquéllos en los que menos tenemos. Cuando por simples cosas se nos dibuja una sonrisa en la cara por horas. Pequeños, mínimos, pero codiciados momentos de satisfacción absoluta. La sencillez más humilde logra aquello por lo que tanto luchamos día a día.
Una cena con amigos, un tema que sonó en la radio y te trajo un buen recuerdo a la mente, un abrazo, una buena película, un paseo, un momento a solas con aquello que logra transmitirle el sentimiento más sincero a tu alma.
En definitiva, las pequeñas cosas, los pequeños instantes, son los que más valen para el bienestar de tu ser.

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