lunes, 21 de noviembre de 2011

One man's meat is another man's poison


Hace poco escribí sobre los estereotipos que nos dicen cuánto debe pesar una persona y de como todos asimilamos esto sin siquiera darnos cuenta. Lo mismo rige para lo que llaman "belleza". ¿Qué es realmente la belleza? ¿Es un hecho o una opinión?

El ser o no lindo es algo completamente subjetivo. Quien a vos puede parecerte lindo, a otro puede parecerle feo. Es cuestión de gustos, como otras tantas cosas de la vida. Sin embargo, volvemos a caer en lo mismo: existe un estereotipo de como supuestamente debería ser la mujer y el hombre lindos. Un modelo que ya llevamos dentro nuestro y del cual es difícil despegarnos. Uno no es lindo o feo. Uno encaja o no en ese estereotipo que nos han impuesto hace décadas.

Yo, por ejemplo, no encajo en el estereotipo de mujer linda. No soy alta, no soy esquelética, no tengo ojos claros, tengo el pelo como un hombre, tengo nariz grande, calzo 40... y eso jamás me privó de nada. Siempre habrá alguien en el mundo que te considere un ser bello, ya sea exterior o interiormente. Uno tiene su propio brillo y se hará notar entre los demás. Cada uno es distinto, con sus imperfecciones que lo hacen un ser humano único e inigualable.

El hecho de que todos querramos ser como una Barbie o un Ken es algo que roza lo patético. Uno es quién es y cómo es. ¿Cómo podés definir o calificar a un ser comparándolo con otro? Porque en definitiva, eso es lo que uno hace cuando dice que una persona es linda o fea sólo por basarse en la imagen mental de aquel estereotipo absurdo que nos han vendido. Es impensado definir algo por una simple comparación con otra cosa. Algo es lo que es y uno puede dar su opinión al calificarlo.

De todas maneras, aún tengo la esperanza de que algún día la gente va a dejar de mortificarse por este tipo de cosas sin sentido. Dejense ser lo que son y sean felices por el simple hecho de existir.

¡Festejen existir!

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