miércoles, 23 de noviembre de 2011

Happy music day

Hay muchas cosas que le agradezco a la vida por haberme dado. Una de ellas, la influencia musical de mi familia. Desde que fui concebida me estimularon a escuchar música. A apreciarla, a bailarla, a cantarla y a disfrutarla. Desde que tengo memoria, en mi casa suena algo. De piba, vinilos, casettes, VHS' y mi vieja con la criolla. Luego, mi hermano. Ya con la eléctrica y su tendencia musical distinta.

Siempre me estimularon a conocer, a valorar y a experimentar con la música. En mi casa hay tesoros invaluables, vinilos, cassettes y CDs originales, que cuidaré con mi vida. Instrumentos, DVDs, entradas de recitales, recuerdos. Acá se respira música.

Me es difícil expresar lo que la música significa en mi vida. No hay momento en el que no me acompañe. Tristeza, dolor, bronca, alegría. Siempre es un buen momento para una buena música. Para tener de fondo en una charla, para estudiar, para coger, para comer, para andar en bici, para caminar, para no hacer nada. No concibo siquiera pensar en mi vida sin la compañía de la música. Ya sea escuchando a Keith Jarret mientras estudio o zapando un tema de los Peppers con Cami o desquiciada en un pogo punk. Cada música para cada momento, pero siempre presente.

Dicen que ayer fue el día de la música o el día del músico. Nunca me gustó caer en asignarle un día a las cosas. Yo considero todos los días, el día de la música. Sin embargo, si sirve para homenajearte, elijo este video hermoso, de este tema hermoso, de esta banda hermosa.



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