Creo que se puede caer el mundo a mí al rededor, pero mientras tenga comida, la mente relajada y buena música siempre va a estar todo bien. Momento único como volver del parque, pedaleando con el apocalipsis a punto de desatarse (ponele que estoy exagerando y sólo estaba a punto de llover), llegar a tu casa, hacerte un café, abrirte unas Okebon y escuchar Billie Holiday con el gato enrrollado sobre tus piernas. La vida probablemente sea complicada, la sociedad probablemente sea una mierda y el mundo probablemente se esté yendo al carajo, pero... ¿quién nos quita estos pequeños placeres momentáneos del día a día?
I like pleasure spiked with pain and music is my aeroplane.
Los Peppers te tiran toda la data, one more time.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario