lunes, 14 de junio de 2010

notice -

Hoy una noticia me agarró por sorpresa. De esas noticias que no te esperás. Esas que cuando empiezan a relatártela, comenzás a pensar mil posibilidades acerca de lo que podría llegar a ser, y probablemente ninguna se asemeja a la realidad. Que cuando te la van a contar, ves como la persona se toma su tiempo, medita... Toma asiento, reflexiona, y le da una introducción a aquello a lo que terminará refiriéndose, buscando talvez la mejor manera de transmitírtela. Pero no sólo me tomó por sorpresa por no saber qué era lo que me irían a decir, sino también por la noticia en sí.
Fue una mala noticia. Pero no simplemente "mala", de esas que uno intenta encontrarle el lado gracioso y hasta una posible solución. Fue en realidad, una noticia amarga, gris, triste, y hasta desgarradora. Talvez no fue la noticia en sí lo que me produjo tantas cosas. En sí, ella desencadenó una serie de reflexiones en mi cabeza, que me costó asimilar. Ya les digo, no es algo que uno espera escuchar todos los días.
Además, o al menos en mi caso, a veces me siento aún peor con las malas noticias de los demás. Con aquellas cosas que no me afectan, pero que tampoco puedo solucionar, o al menos ayudar. Será talvez, una mínima culpa que se crea en mi interior. Ese dilema de no poder ayudar, y ni siquiera estar sufriendo lo mismo que la otra persona. El hecho de no poder decir "Te entiendo" porque quiera o no, no estoy pasando por lo mismo, y en definitiva mentiría diciendo que "se como se siente". Se crea una impotencia encarnada en un nudo horrible atravezado en mi laringe.


Tampoco tiene tanto que ver en específico, quién es la persona involucrada en este hecho. Sí, es una persona que aprecio y a la que le tengo cierto cariño. Pero no es exactamente alguien realmente cercano a mí, que pudiera llegar a influirme realmente. Pero por fuera de eso, es un ser humano, que conozco, con el que compartí alguna cosa por mínima que sea, y ya eso alcanza para que me produzca un cierto dolor en el corazón, en el alma, y ese puto nudo en la garganta. Hasta llegaría a decir, que al recibir la noticia, mis ojos segregaron más lágrimas que lo normal.
En sí, esta noticia me hizo reflexionar un poco acerca de la vida (no quise extenderme en mis pensamientos porque ya se donde voy a terminar y no es a buen puerto). Como de un momento al otro, puede cambiar radicalmente absolutamente todo en la vida de uno. La naturaleza no distingue género, raza, ideales, pensamientos, estética, NADA. Hay cosas que simplemente pasan. La justicia en el universo simplemente no existe. Y de un día para el otro, yo podría pasar de ser una joven sana, a una adolescente agonizante. Por algo mínimo, toda mi vida puede cambiar. El estilo de vida cambia de forma tajante. Y hasta podría llegar a morirme, en tan solo una milésima de segundo, y listo, ahí termina todo. Es increíble lo impredecible de la vida. Por un lado es una aventura, pero ciertas veces puede invadirnos el terror de no tener la más puta idea de lo que nos pueda llegar a pasar en cualquier instante.
En fin, la noticia se las cuento otro día.

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