sábado, 13 de marzo de 2010

sigue girando,

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Llegar un sábado a las 9.40 am a tu casa, con el sol brillando en el cielo, sin ninguna nube que lo opaque. Con tu vieja tomando los primeros mates del día, lavando la ropa y comenzando con el labor diario. Con tu viejo en calzones y algunas lagañas todavía en sus ojos, dando los 'Buenos días'. Con tu hermano que yace durmiendo plácidamente en su cuarto, hasta quien sabe que hora. Llegás y ves, resignado, que sobre la mesa de la cocina te espera ansioso un budín de algarroba y chía (puedo asegurarles que es magestuoso). Claramente, los vagos planes de dormir aunque sea unas horas hasta el almuerzo, se desvanecen por completo. Sin otra esperanza, te unís al improvisado desayuno de aquel sábado que recién comienza. Compartís los mates calentitos y amargos de una ronda que recién empieza a girar. Devorás el budín antes de que alguien siquiera pueda verlo. Sabés que te vas a tener que bañar, y que el hecho de bañarte descarta sin ninguna duda, cualquier mínima, pequeñísima, ínfima, última oportunidad de dormir. Estás sucio, asqueroso, lo necesitás. Ya no queda otra, enfilás para el baño, te metés debajo del chorro de agua, y disfrutás del placer de un baño tempranero después de una noche de viernes agitada. Salís renovado, con otra cara, y hasta podría decirse otro color de piel. Las ojeras comienzan a notarse, pero también tus pocas energías que van apareciendo, sabiendo que el día va a ser largo y recién recién está empezando. Te vestís, a medias, porque el clima favorable te otorga una brisita mañanera que corre por la ventana de tu cuarto. Ya ves los primeros rayos de sol que irrumpen en pieza, despacito por donde no los veas. Ya hasta ves a tu gato, feliz de verte al fin, que viene a acompañarte en esta mañana en la que vas a tener que encontrar algo con que entretenerte, y despegar la vista de la cama, la deliciosa cama. Ponés música lo suficientemente tranquila para no abrumar tu delicado estado mental, y lo suficientemente movida para no dormirte sobre el teclado. SORPRESA! Una amiga conectada. Ésta es una de esas cosas que nunca pasan, y cuando pasan, por algo es. Hoy será una linda gira de viernes - sábado, con muchas anécdotas memorables.

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