
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
3 comentarios:
Impresionante. Como siempre. Me dejas con la boca abierta.
Cuídate.
Un beso. Diego
Ésta vez, lamento desepcionarte, pero ésto lo escribió Julio Cortázar, gran escritor. Es un capítulo de su libro "historias de cronopios y famas"
Un Beso.
No me decepcionas. No es tuyo y está bien,pro no deja de serlo si lo has escogido. Será por algo en especial y lo has hecho tuyo. Además tienes buen gusto. No conozco mucho de Cortázar, pero lo poco es muy bueno. Leeré ese libro.
Un beso.
Diego
Publicar un comentario