sábado, 13 de abril de 2013


Perpetuo dolor dentro de mi pecho;
océanos inestables de oscuros sentimientos.
Olvidada, abandonada, me hundo en mi lecho.
Atrapada en mis turbulentos pensamientos

Trago amargo, eterno es mi llanto;
gritos desesperados dentro de mi mente.
Largo es el castigo por amarte tanto,
el olvidarte transcurrirá lentamente.

¿Cómo lograré sacarte de mí
siendo tan bello sentirte cerca?
A alejarte aún no aprendí...
e intento acercarme como sea.

Mi sufrir solo puede ser aplacado
al ver tu sonrisa llena de alegría.
Sea quien fuere te la haya provocado:
quizás te de lo que yo no me permitía.

Por eso, amor mío, te pido
que no dejes nunca de sonreír
ya no me importa caer en el olvido
hoy sólo quiero verte feliz.

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