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Hay momentos en los que me siento completamente AJENA.
Esos momentos en los que sólo estoy como observadora.
Soy como un simple oyente que especta la situación.
Como una cámara que enfoca desde arriba.
Miro, contemplo, observo, veo.
Jamás participo, porque no soy PARTE de la situación..
simplemente estoy desde algún otro lado,
como un ser omnipresente.
Como esos sueños que parecen películas,
que podés llegar a sentirte identificado con algún personaje,
pero nunca SOS uno de ellos..
porque estás afuera.
¿Dónde estás?
No lo sabés..
No ves donde estás parado,
sino donde lo están los demás.
No te ves a vos mismo,
sino que ves a los demás.
Vos estás por fuera,
lejos.
Sos diferente a todos.
Nadie te ve tampoco,
la gente te atraviesa al caminar.
No sentís ninguna mirada sobre vos,
ninguna palabra,
ninguna caricia.
Ves el mundo, la vida,
pero no sos parte de ella.
Como si vivieras en un universo paralelo,
en el que no existe nadie más que vos
y tus pensamientos.
Sólo, pero con la posibilidad de ver como los demás siguen con sus vidas.
Sólo, sabiendo que sos la única persona que lo está.
Sólo, pudiendo ver como la vida sigue sin vos.
Sólo, por más díficil que sea aceptarlo.
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